El
uso de las impresoras 3D en la Medicina apunta muy alto. Tanto que no
sólo se piensa en ellas para diseñar implantes a la medida de cada
paciente que sustituyan las prótesis estándar. Las expectativas van
mucho más allá. Científicos de todo el mundo investigan esta vía
con el fin de crear órganos que se puedan implantar en humanos. El
gran reto consiste en lograr que dicho constructo se integre con
éxito en la persona receptora.
Estos
expertos han creado una tecnología de impresión basada en un
sistema con una especie de microcanales donde van instaladas las
células que se van a utilizar, asegurando así la permeabilidad de
los nutrientes y el oxígeno, consiguiendo que éstas se mantengan
vivas una vez se trasladen a la pieza sintética ya construida y que
por lo tanto, puedan desarrollar un sistema de vasos sanguíneos.
"Conseguimos
mantenerlas vivas mientras se encuentran en el biorreactor. El
problema es cuando las pasamos al órgano. Tienden a morir porque les
falta nutrición", explica José Becerra, investigador del
Ciber-bbn, catedráticola Universidad de Málaga y director del
BIONAND. Según desvela el artículo de Atala en la prestigiosa
revista Nature Biotechnology, el nuevo sistema de microcanales
favorece la formación de vasos sanguíneos rápidamente, "lo
que podría facilitar que el órgano bioartificial se integre
funcionalmente y con éxito en el individuo", señala el experto
español al comentar la investigación estadounidense.
Los
científicos del Instituto Wake Forest de Medicina Regenerativa de
California lo han comprobado con ratones (con fondos federales para
aplicar la medicina regenerativa en las heridas de guerra de las
Fuerzas Armadas), a los que implantaron una oreja reconstruida a
partir de células humanas y distintos tipos de materiales impresos
en 3D capa a capa. A las dos semanas de la implantación, las pruebas
confirmaron que el músculo era lo suficientemente robusto como para
mantener sus características estructurales, vascularizarse e inducir
la formación de nervios. Dos meses después, el órgano sobrevivía
y mostraba importantes signos de vascularización. La oreja
implantada se encontraba en buenas condiciones y también había
formado cartílago. En definitiva, "las estructuras tienen el
tamaño adecuado, la fuerza y la función para su uso en seres
humanos", reza el estudio.
Por
un lado, los investigadores de California se sirvieron de una 'tinta'
a base de abundante agua para asegurar la nutrición de las células
y su crecimiento, y por otro, el diseño de los microcanales para
mantener la permeabilidad. "Nuestros resultados indican que la
combinación de ambas innovaciones dispone un contexto adecuado para
mantener las células vivas y para promover el crecimiento de las
mismas y de los tejidos", remarca Atala, jefe de la
investigación. Este nuevo diseño de impresora 3D (The Integrated
Tissue and Organ Printing System -ITOP-) tiene, además, la capacidad
de utilizar los datos de la tomografía y la reconancia magnética
para "hacer a medida" un tejido humano como es en este caso
la oreja.
El
objetivo de unir el crecimiento celular con la impresión 3D es dar
una estructura más viva al órgano, en este caso la oreja, con su
piel, su cartílago... . El propio Atala subraya que "la nueva
tecnología permitiría elaborar tejidos vivos y órganos para la
implantarlos quirúrgicamente". La oreja no es el único órgano
artificial con el que se está trabajando en laboratorio. Se están
creando otros prototipos de riñones, vejigas, piel, huesos,
corazón... Aunque estamos en una fase inicial, argumenta Becerra, la
"bioimpresión es una vía muy prometedora". Sin duda, la
medicina regenerativa para la creación de órganos es una opción
muy esperanzadora con la que en un futuro, si funcionara, podrían
beneficiarse los pacientes que están en lista de espera de un
trasplante.
Este
prometedor método no es el único en el que se está trabajando en
laboratorio para reducir las listas de espera de trasplantes y evitar
el rechazo de éstos, entre otras utilidades. Existen otras dos
fórmulas que también podrían tener éxito en el futuro, apunta
Becerra: la descelularización de órganos y el uso de órganos
animales. La primera consiste en el lavado de órganos para eliminar
las células del donante y evitar así una respuesta inmunológica
del paciente receptor al recibir el implante. Parece que los
resultados son buenos. En cuanto al uso de órganos animales, el
nombre del español Juan Carlos Izpisúa es clave. Este científico
dirige una investigación que pretende desarrollar órganos humanos
en el interior de cerdos. El proyecto se está llevando a cabo en una
granja de Murcia.
Fuente:
http://www.antena3.com/noticias/ciencia/bioprinter-impresora-que-reproduce-tejidos-organos-humanos_2011120200069.html
http://www.elmundo.es/salud/2016/02/15/56c1f71322601d12128b4582.html
http://www.antena3.com/noticias/ciencia/bioprinter-impresora-que-reproduce-tejidos-organos-humanos_2011120200069.html
http://www.elmundo.es/salud/2016/02/15/56c1f71322601d12128b4582.html
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