Algunos investigadores en Estados Unidos han puesto en marcha proyectos que reducen las cámaras a tamaños insignificantes: por ejemplo, se está desarrollando una cámara más pequeña que la punta de un lápiz (alrededor de 200 micras de espesor, para ser más precisos). La clave está en una modificación del diseño muy innovadora y sorprendente: la eliminación de la lente.
Las
cámaras de los móviles son cada vez más pequeñas, más ligeras, más potentes… Y
están ejerciendo una influencia clave en el desarrollo de todo el sector
fotográfico y del vídeo. A medida que nuestros smartphones introducen lentes
más potentes, ligeras y pequeñas, las aplicaciones “fuera de los teléfonos” se
multiplican y vuelven a influir en las lentes de los terminales móviles.
Ante la
falta de la lente, las fotografías se toman de manera diferente. Mientras que
las cámaras digitales que conocemos hasta ahora concentran la luz en unos
sensores capaces de descomponer la imagen en millones de píxeles y recrearlos
de manera digital, la idea de esta empresa estadounidense es utilizar una
especie de “rejilla” que obliga a la luz a formar diferentes espirales que dan
lugar a un “cuadro” totalmente irreconocible –y muy borroso– que el software
específico sería capaz de descodificar para generar la imagen digital completa.
Aunque
las aplicaciones “peligrosas” de estas cámaras están generando muchas
inquietudes –al fin y al cabo, facilitarían la expansión de aparatos de espionaje
ilegales y difíciles de detectar–, a nivel de los smartphones las ventajas
serían inmensas: las cámaras serían más ligeras y pequeñas, lo que mejoraría
notablemente el peso de los móviles y su diseño.
Otro gran
avance en la tecnología de las cámaras que nos traerá el futuro son las cámaras
ultra-planas, que de nuevo beneficiarían enormemente a las empresas de
tecnología móvil. La Rice University de Houston (Texas, Estados Unidos) ha
desarrollado ya la cámara FlatCam, que a pesar de tener un grosor de medio
milímetro es capaz de generar imágenes de 512 x 512 píxeles. El dispositivo
trabaja con un sensor de luz cubierto por una rejilla con numerosos agujeros
que filtran diferentes tipos de luz, y un software específico que interpreta la
información para generar la imagen.
Teniendo
en cuenta estos tamaños y estas especificaciones técnicas, no cabe duda de que
dentro de poco será cada vez más difícil detectar “cámaras ocultas”, y
probablemente no seamos capaces de ver las cámaras de nuestros smartphones sin
acercarnos mucho a ellos.
Las
cámaras de foto y vídeo pueden suponer un quebradero de cabeza por sus
necesidades de energía, pero el futuro podría estar en aparatos capaces de
cargarse utilizando redes WiFi. Entre los móviles se va implantando muy tímidamente
la tecnología de carga inalámbrica, pero no cabe duda de que esta tecnología
beneficiaría a los usuarios de teléfonos: ¿y si la mini-cámara del móvil
pudiera cargar el teléfono utilizando solo la conexión WiFi?
La
propuesta de la Universidad de Washington es realmente prometedora: han sido
capaces de desarrollar “convertidores” de señal WiFi en corriente eléctrica
fácilmente aprovechable por las cámaras para alimentarse de energía y seguir
funcionando.
Fuente:
http://www.tuexpertomovil.com/2016/03/28/asi-seran-las-camaras-moviles-en-el-futuro/
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